SANTO
DOMINGO.- Una joven mujer fue arrestada anoche antes de tomar un vuelo
con destino a Nueva York con el abdomen forrado de bolsitas de cocaína y
el estómago lleno del mismo narcótico, el que está expulsando en el
Hospital Central de las Fuerzas Armadas, informó esta mañana la
Dirección nacional de Control de Drogas (DNCD). Patricia Mabel Ricardo
Martínez, de 20 años, llevaba 118 bolsas atadas al abdomen y las
piernas, todas con un peso de un kilo 170 gramos, mientras en las vías
digestivas tiene aún una cantidad similar, estiman los agentes actuantes
en el caso. Fue arrestada en el Aeropuerto Internacional Las Américas
(AILA).
El portavoz antidrogas, Roberto Lebrón, dijo que
fue impedida de abodar el vuelo 882, de Jet Blue, por presentar el
perfil propio de las personas que alquilan sus cuerpos y vías digestivas
para servir ‘mulas’ para llevar narcóticos al exterior. La droga que
tenía adherida fue retirada en presencia del fiscal adjunto Verny
Troncoso.
Una vez le fue retirada la droga de la zona
abdominal a la joven mujer fue llevada al área donde la DNCD tiene
instalado un equipo radiográfico para ser sometida al estudio
provisional correspondiente, arrojando resultado positivo. En tal
sentido fue trasladada de inmediato el hospital militar, donde está
interna bajo vigilancia.
Se trata de bolsas cilíndricas, las que tenía
adheridas al cuerpo, y se presume que las detectadas en el estómago de
la joven son similares, de acuerdo al informe dado a conocer por la
agencia antidrogas. La imputada no ha querido revelar el lugar donde
ingirió la droga ni el nombre de quien la contrató para llevar la
cocaína a su destino.
Sin embargo, los investigadores de la DNCD hacen
esfuerzos por establecer quien reclutó para tan delicada operación. La
semana pasada murió en el mismo centro asistencial un hombre que vino de
Venezuela con el estómago lleno de droga, lo que deja claro el peligro
que implica para una persona ‘alquilar’ su estómago para transportar
narcóticos.
La DNCD reiteró nuevamente el riesgo que significa
ingerir droga para llevarla a un lugar determinado, porque la persona
que lo haga puede morir de inmediato si una bolsa de estas se explota o
ser detenido y por esto ir a la cárcel donde, “a lo mejor” pasará un
buen tiempo privado de su libertad y registrado en su archivo
criminológico.
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