Médico de Michael Jackson será sentenciado por homicidio involuntario
El
médico de Michael Jackson, Conrad Murray, enfrentará un máximo de
cuatro años de prisión y la pérdida de su licencia profesional cuando
vuelva a la corte la semana próxima para escuchar su condena por la
muerte del cantante hace dos años.
El
7 de noviembre, Murray fue hallado culpable de homicidio involuntario
por la muerte del ícono del pop a causa de una sobredosis de propofol,
un anestésico que se usa para prácticas quirúrgicas y que el doctor le
administraba casi diariamente para ayudarlo a combatir su insomnio.
Los
fiscales quieren que Murray sea condenado a la pena máxima y compense
con casi dos millones de dólares a la familia de Jackson por las
ganancias que dejó de obtener la estrella, quien al momento de morir a
sus 50 años estaba ensayando para una serie de conciertos en Londres.
Pero
Ed Chernoff, abogado de Murray, pidió la semana pasada que el
cardiólogo quede en libertad condicional y rinda servicios comunitarios,
subrayando que probablemente ya no pueda volver a ejercer la medicina.
“Sujetar
a una pena de cárcel prolongada a este ex doctor, descrito por todos
los que lo conocen como un hombre gentil que dedicó su vida profesional a
brindar atención a la población marginada, sería totalmente
inapropiado”, escribió en el texto presentado en la corte.
De
todos modos, medios de prensa señalan que es improbable que pase un
solo día en prisión debido a una reciente ley californiana contra la
sobrepoblación carcelaria y, en ese caso, podría quedar bajo arresto
domiciliario.
El jurado de siete
hombres y cinco mujeres decidió unánimemente que Murray es culpable de
homicidio involuntario tras deliberar poco más de un día.
Luego
de escuchar la decisión del panel, el juez Michael Pastor ordenó la
detención sin derecho a fianza del médico de 58 años, quien salió
esposado del tribunal, y fijó la sentencia para el martes 29.
Pero
Murray tendrá que enfrentarse a la severidad del juez: días después de
que se leyera el veredicto, se supo que el médico dio una entrevista
para un documental mientras el proceso estaba en curso, cuando todos los
implicados en el caso tenían estrictamente prohibido hablar de él con
periodistas.
El fiscal David
Walgren dijo que la entrevista televisiva respalda su afirmación de que
Murray “mostró una completa ausencia de remordimiento por causar la
muerte de Michael Jackson”.
En la
mañana del 25 de junio de 2009, Murray administró a Jackson propofol
luego de que otros sedantes no hubieran surtido efecto durante la noche.
Luego el doctor -quien recibía un sueldo de 150.000 dólares- se ausentó
de la habitación del artista y, al volver, aparentemente lo encontró
sin vida.
Murray decidió no
testificar en su juicio, pero el jurado escuchó la grabación de una
entrevista que dio a la policía, en la que afirmó que había salido del
cuarto sólo dos minutos para ir al baño.
No
obstante, durante el proceso que duró seis semanas salió a relucir que
en cambio estaba hablando por teléfono con una serie de amigas.
Además,
no llamó a la emergencia inmediatamente cuando vio que Jackson no
respondía y, cuando lo hizo, no informó a los paramédicos cuáles
fármacos le había administrado.
El
documento presentado por la fiscalía esta semana señala que, si hubiera
sobrevivido, el cantante habría ganado 100 millones de dólares en los
conciertos que iba a dar Londres, por lo que pide una compensación para
los hijos de Jackson de 1,8 millones de dólares.
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