Penny Donor Cameron sufre de cáncer incurable de mama y acusó a los criollos en 1991
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Falsa testigo contra dominicanos condenados a 25 años se arrepiente a pocos meses de morir
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10:40 AM -
NUEVA
YORK._ A pocos meses de morir a causa de un cáncer incurable de mama,
Penny Donor Cameron, quien en 1991 testificó falsamente contra los
dominicanos José García y Carlos Morillo, condenados a 25 años de cárcel
por el falso testimonio en un caso de asesinato por drogas, dice que
ahora está arrepentida y puede morir en paz. En una entrevista con el
tabloide New York Post en su casa de New Jersey, la mujer que ayudó a
condenar injustamente a los dos criollos, asegura que ha pensado en
ellos todos los días de su vida, de la que queda poco, ya que los
médicos le han dado algunos meses más de sobrevivencia.
Ella recuerda con remordimiento que mintió bajo
juramento, pero dijo que lo hizo presionada por la policía, cuyos
investigadores la amenazaron con quitarle a su hijo de entonces 14 años
de edad.
Tiene 60 años y relata que el día del asesinato,
las autoridades hablaron con ella, diciéndole que su hijo (de 14) era
sospechoso de haber presenciado el asesinato y se negaba a cooperar con
la policía.
“Cedí a la excesiva presión de la policía para
ayudar a condenar injustamente a esos hombres”, narra Cameron. “La
policía me amenazó con quitarme al niño si yo no los implicaba en el
asesinato”, agregó.
García permaneció 14 años en la cárcel, cumpliendo
la injusta condena y fue liberado en el 2007 y Morillo salió después de
cumplir 20, ayudado por su abogado el boricua Ramón Pagán y un juez
comprensivo que aceptó revisar nuevas evidencias y una prueba de ADN que
demostraron su inocencia.
García estaba en la República Dominicana donde
había sido deportado en el momento del crimen. Varios días después del
asesinato fue reapresado por la policía de inmigración y acusado de
reentrar ilegalmente a los Estados Unidos, pero también por el asesinato
de un narcotraficante en El Bronx.
García recibió una compensación de $7.5 millones
de dólares de la ciudad y Morillo y su abogado tienen una demanda en
marcha. El segundo estuvo preso hasta el 2 de noviembre de este año.
“Quería buscar la forma de que los liberaran y nunca pude”, dice la
falsa testigo.
“Desde que el caso comenzó, tengo mi sentencia de
muerte, soy madre de dos niños y me quedé pensando en se sentían las
madres de esos dos inocentes a los que acusé falsamente”, agregó
Cameron. “La conciencia me estaba devorando y no quería morir sabiendo
que seguían en la cárcel, ahora puedo morir en paz”, sostiene.
“He sufrido todos estos años con ellos”, precisó Cameron.
El abogado de Morillo dijo que su cliente salió de
la cárcel a un mundo totalmente diferente, luego de pasar la mayor
parte de su vida adulta en la cárcel. “Hay cosas modernas que él ha
comenzando a conocer, pero no entiende como la Internet y los teléfonos
inteligentes”, expresó el jurista.
El abogado de García, Martin Kloz, emplazó a las
autoridades diciendo que sabían acerca de la historia de la falsa
testigo, pero nunca hicieron nada para liberarlos a tiempo. El defensor
legal explicó que los fiscales y la policía conocían que se trataba de
una farsa y que el examen del caso pudo haber forzado a una
reorganización de todo el sistema judicial.
Pero el portavoz de la fiscalía de El Bronx dijo
que ese despacho no hizo nada “indebido”. Cameron sin embargo sostiene
que sólo les dijo a las autoridades lo que querían oír después que ella
recibió la amenaza de quitarle a su hijo si no testificaba contra los
dominicanos.
“El detective que investigó el asesinato me dijo
que convertiría mi vida y la de mi hijo en un infierno sino cooperaba
con la policía”, manifestó la agonizante mujer.
García y Morillo fueron imputados por el asesinato
de César Vázquez, quien fue ultimado frente a su casa en la avenida
Bailey, luego que se negara a negociar con ellos transacciones de
drogas.
Cuando fueron puestos en la línea de
identificación en el cuartel y la fiscalía, el detective a cargo
intimidó a la mujer para que señalara a los quisqueyanos como autores
del crimen. Ninguno de ellos estuvo siquiera cerca de la escena.
Luego de las condenas, Cameron se mudó a New
Jersey, pero la culpa de conciencia la siguió golpeando y su salud
comenzó a deteriorarse vertiginosamente.
Ha padecido síndromes de estrés, pre infartos
cardíacos, es diabética y finalmente el cáncer de mama está regado en su
útero y su cuerpo.
Hay una legendaria frase que reza “el crimen no
prescribe” y otra que acopia “no hay plazos que no se cumplan ni deudas
que no se paguen”.
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martes, 22 de noviembre de 2011
MUJER SE ARREPIENTE DE FALSO TESTIMONIO..EN CASOS DE DOS. DOMINICANO..1991
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